MUY MALA SEÑAL QUE EL PRESIDENTE NO ESCUCHE A MONREAL

Círculo Rojo 
Me temo que el Presidente es dúctil o fácil de influenciar para mal o
simplemente no escucha, ni escucha lo que le desagrada, como dicen en su tierra Tabasco, solo escucha lo que le represente “música para sus oídos”, o a Monreal ya lo tienen bien grillado con él para que no le reconozca veracidad o importancia a los señalamientos que de buena voluntad y respetuosamente le hacen, no, antes al contrario cada crítica le ofende, le altera, lo pierde y le enoja olvidando que el que se enoja pierde.
En una entrevista el Senador Ricardo Monreal externó una opinión que refleja el sentir de muchos mexicanos, que su gabinete ha ocupado mucho tiempo en el proceso de aprendizaje – cosa que es vox populi – parece que al presidente no le cayó bien la idea y el comentario o lo interpretó mal, algo así como que entendió que su gabinete es de lento aprendizaje, a pregunta expresa de una reportera su respuesta da mucho que pensar y que decir.
En primer lugar se evidenció con una respuesta que a todas luces es mentira, pues el presidente López Obrador ha acreditado fehacientemente totalmente lo contrario. Me refiero a que el contestó. “No comparto esa opinión pero respeto lo expresado por el Senador Monreal, yo no opino sobre lo que hacen en otro poder en este caso el poder legislativo soy respetuoso” cuando, si alguien ha sido irrespetuoso con otros poderes, como el Judicial, ha sido precisamente el Presidente y resbaló la opinión de que tampoco acepta que se metan en el trabajo de él y su gabinete. Terrible error del presidente con esa respuesta, primero contestó como un niño que es pillado comiéndose un dulce y contesta acusando a su acusador de haberse comido otro dulce también. Otra cosa hubiese sido, si el Presidente hubiese respondido con humildad o al menos, no con tanta arrogancia diciendo que para él, su gabinete esta bien calificado. Pues sí, nadie le discute que el otorgue la calificación que desee a su gabinete, finalmente, es su gabinete y el lo escogió, por lo tanto, reprobarlo, significa tácitamente reprobarse él mismo y eso ni de broma lo ha admitido, como no sabe ni ha admitido ningún error, que ha cometido a lo largo de ese casi año de gobierno, el ejercicio del poder ha incrementado su arrogancia y soberbia. Otra cosa hubiese sido también si hubiera admitido con honestidad y valentía, que su gabinete es perfectible, por tanto, cualquier critica constructiva, más viniendo de sus mismas filas, le ayudaría a gobernar. Daría un mensaje, de que en lugar de estar a la defensiva, fuera un hombre, que analiza lo que le dicen, corrige y evoluciona en el ejercicio del gobierno, pero ¡no! ¡claro está que no! No le importó evidenciar su diferencia y molestia con miembros de su propio equipo, ya sucedió la semana pasada con Porfirio Muñoz Ledo, respecto al acuerdo con EEUU, nada más que quiero que me digan, quien es el valiente que se arriesga a debatir con Porfirio Muñoz Ledo, hoy transformado en la vaca sagrada de México, respetado por todas las fracciones políticas, por su sapiencia y agilidad mental, además de sus profundos conocimientos en … en todo, absolutamente en todo. Y aunque Porfirio, como Monreal, han sido respetuosos y cautelosos, con el único afán de contribuir a mejorar las decisiones de la 4T, señalando errores corregibles al líder, ya que no han sido lo dócil y serviles como le gusta que le veneren a Don Andrés, ahí está una larga lista de personajes como Sheinbaum o la misma señora de las ligas famosa, por su esposo Bejarano, que sin chistar contestan, cuando el pregunta la hora, en el más puro estilo priísta del siglo pasado, “las que usted ordene señor presidente”. Con ello, en nada contribuye a la consolidación de su Movimiento de Reconstrucción Nacional (MORENA) antes al contrario da pie a que, quienes lo observan, se dan cuenta de la capacidad o incapacidad, de crítica y corrección de errores que tienen apenas en seis meses de gobierno o un año de ejercicio, le imposibilitan corregir para mejorar, valdría la pena que quienes le cantan al oído, le acerquen a autores como Karl Popper, que sostuvo que para evolucionar en el conocimiento hay que refutar las verdades reconocidas ponerlas en duda y construir nuevas opciones de respuesta. Finalmente hay una pregunta que me hago insistentemente, quien será el personaje que siempre le da al presidente esos “otros datos”, porque de veras, qué exhibidas le pone en las mañaneras, en entrevistas de banqueta o chacaleo y a todas horas al señor Presidente.
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