Reinventarnos

Partamos de lo que ya sabemos, estamos en medio de una pandemia que al parecer en nuestro país aún

 no se desata lo peor, tendrá como consecuencia una crisis económica no vista desde hace 90 años, que inevitablemente nos va a cimbrar.

Nos va a cambiar desde lo económico, lo social y hasta lo político. En lo económico se verá reflejado a través de los principios de la globalización como los conocemos, porque después del confinamiento las cadenas de valor y de distribución deberán ser más locales, donde las fronteras serán más herméticas, ya lo estamos experimentando.

En lo social, modificará nuestra relación con los otros, esa etapa que dio inicio a la distancia, desde los balcones, desde el confinamiento pero que está demostrando que sin la participación de los grupos de la sociedad civil organizada y la no organizada no será posible la erradicación del virus. En lo político se modificará la forma de atemperar conflictos y puntos críticos, en mejorar nuestra capacidad de diálogo y acuerdo.

Nuestro debate actual se ha centrado en la crisis económica que viene y en las diversas opiniones (algunas expertas, otras no tanto) de cómo enfrentarla, de qué medidas son mejores. No es menor.

Existe una metáfora utilizada en estos tiempos “detener el tiempo de manera transitoria”, que significa poner una pausa a todo, agendas, acuerdos, trámites, deudas y un largo etcétera. Algunas dependen del individuo y otras dependen de la coordinación con otros tantos entes.

Pero viene a cuento la idea porque algo se detuvo, algo se paró en el tiempo, no todo y no del todo, pero algo se puso pausa con esta pandemia, Y es aquí en este tiempo que debemos utilizar para reinventarnos, para valorar, proponer, adaptar y decidir qué nuevo rumbo vamos a impulsar, haciendo efectiva una de las paradojas de la emergencia sanitaria, entre más alejados estemos de los otros más nos encontramos a nosotros mismos.

Pero también esto puede no suceder, es decir, que no aprendamos nada, que solo haya sido un mal momento en nuestra historia y busquemos borrarlo de nuestro imaginario y entonces sí, una proteína protegida por una capa de grasa nos habrá ganado la batalla.


Eduardo López es economista y doctor en administración pública. Ha realizado estudios postdoctorado es en España.

Twitter @efarias06