El pasado jueves 23 de Julio, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), daba a conocer sus resultados sobre la estimación de pobreza en México para el año 2014; los datos fueron contundentes, y a pesar
de que algunas cifras como las de pobreza extrema presentaron cierta mejoría, la atención mediática justificadamente, se enfocó sobre el tópico principal del referido estudio: La pobreza en el país había aumentado.
¿Qué medidas estaría obligado a tomar el Gobierno Federal en turno? De inmediato se convirtió en la pregunta obligada. Poco menos después de un mes, surgió la primer respuesta, otorgada coincidentemente por el mismo CONEVAL. Me refiero claro, a los resultados que en torno a la Cruzada Nacional Contra el Hambre se dieron a conocer el 17 de Agosto.
En ellos, se detallan las cifras positivas arrojadas de un estudio realizado a 207, 578 viviendas a través de una muestra de 7, 616 de esos hogares; todos ellos ubicados en 400 municipios donde comenzó la primer etapa de la Cruzada. Esos resultados, revelan un sensible y significativo deceso en las carencias que miden al menos seis indicadores, siendo los de mayor relevancia los referentes a “carencia por acceso a la alimentación” donde el porcentaje que lo padece se redujo en un 57.5 por ciento, “carencia por acceso a los servicios de salud”, que tuvo una disminución de 23.7 por ciento y “carencia por calidad y espacios de la vivienda” que decreció 18.3 por ciento.
Este estudio, también analizó la situación en particular de cinco municipios de la República Mexicana (entre ellos San Felipe del Progreso en el Estado de México) concluyendo que en los mismos y en razón del efecto de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, existe una disminución real de la pobreza.
En suma, la Cruzada es al día de hoy, una de las directrices más importantes en el área de Desarrollo Social del presente Gobierno, convirtiéndose al paso de los años en una de sus cartas de presentación, especialmente cuando se habla de política asistencial.
Este programa además, evoluciona y no permanece estático, adecuándose a las necesidades del sector que atiende, por ejemplo, en el Estado de México, a través de su Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial, dependiente de la Secretaria del Trabajo, se capacita a las voluntarias que cocinan en cada comedor comunitario en sustitución de la SEDENA, esto en razón de una enseñanza más apropiada y con mejores resultados.
En este entendido, las cifras presentadas por el CONEVAL, revelan que la Cruzada Nacional Contra el Hambre ha demostrado ser un instrumento efectivo y con resultados palpables, capaz de hacer frente a un lastre como lo es para México la pobreza extrema, y merecedor de replicarse tantas veces sea necesario, con la finalidad de cumplir con su propósito.