Estado de México más seguro

loblanco

Hacia el primer trimestre de 2014, el Estado de México enfrentaba un momento complejo en el ámbito de seguridad pública, aspecto determinante en todo gobierno. En aquellos días, entidades vecinas como Guerrero o Michoacán convulsionaban a causa del narcotráfico, sus raíces profundamente enclavadas en todo el espectro social, daban como resultado: homicidios, extorsiones, robos, violaciones etc. La reacción no habría de esperar, pronto surgieron los grupos de autodefensa (Michoacán) y el pináculo de todo ello se presentaría meses después en Ayotzinapa.

En el caso mexiquense los estragos habían comenzado a hacerse presentes, la entidad mostraba los primeros signos de afectación, principalmente en su parte sur (colindante con los Estados mencionados); en pocas palabras, era el momento preciso de tomar una decisión vinculada al momento que se vivía, misma que llegaría el 21 de Mayo de esa anualidad, a través del Gobernador del Estado Eruviel Ávila Villegas quien nombrara a José Manzur Quiroga como Secretario General de Gobierno y desde ese momento, responsable de las políticas de seguridad estatales.

A casi año medio del inicio de esta gestión, los resultados alcanzados muestran que la tendencia negativa se ha detenido y por el contrario, los números en el Estado de México se alejan de una media Nacional en materia delincuencial, como lo demuestra el Semáforo Delictivo, herramienta ciudadana, proveniente de la iniciativa privada, que se alimenta con los reportes de las Procuradurías de Justicia Estatales.

En efecto, para finales de octubre pasado, Sinaloa y el Estado de México, se colocaron como las únicas dos entidades federativas con indicadores criminales por debajo del promedio nacional, y como su nombre lo indica, el semáforo trabaja sobre tres parámetros, verde, que significa una reducción del 25% en determinado ilícito, rojo, si el resultado está por encima de su media histórica de los últimos tres años y amarillo si se encuentra por debajo de esa media pero no alcanza el porcentaje necesario.

La entidad mexiquense no obtuvo ningún indicador rojo. En amarillo, solamente se situaron homicidios, robo a vehículo y lesiones. Los otros ilícitos que se miden son: secuestro, extorsión, robo a casa, robo a negocio y violación.

En resumen, la evaluación que hoy coloca a dos Estados libre de focos rojos, significa una estrategia eficaz, que incluye el cierre de giros rojos, la alerta de género, la prevención, la articulación y coordinación interinstitucional, un sistema jurídico sólido, la certificación de control de confianza de las corporaciones estatales y municipales, entre otras medidas y acciones, integradas en un Plan Integral de Seguridad, que hoy avizoran un mejor futuro para el Estado de México y Sinaloa en materia de Procuración de Justicia y Seguridad.