LA CARTILLA MORAL DE AMLO.

LO BLANCO y LO NEGRO

En abril del 2018 tuve la oportunidad  de ir a impartir una conferencia a Acapulco Guerrero, dentro del 2do Congreso
Nacional de Competencias Jurídicas GENEC MEXICO, titulada: Crisis en la formación jurídica profesional. En la misma, desde el punto de vista académica y filosófico era obligado citar “La cartilla Moral” de Alfonso Reyes, que en resumen es lograr a hombres y mujeres de bien, pero quiero recalcar que jamás en un afán de moralización o invasión a la vida privada de cada quien, por que la misma es un  derecho humano inalienable.
 Por ello me llamo la atención que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, dentro del complicado panorama para “combatir el huachicol” y durante la puesta en marcha del programa de “Pensión para Adultos Mayores”, en el Estado de México,  inició también a repartir las Cartillas Morales.
Teóricamente las Cartillas tienen como objetivo fortalecer los valores (culturales y espirituales), en el bienestar material y del alma; e impulsar una convivencia armónica y respeto a la pluralidad y diversidad; donde -según el Presidente- es preferible dejar a los hijos pobreza, que deshonra.
Hoy, vemos que el Gobierno Federal echa a andar este cuadernillo basado -supuestamente- en el ensayo de ALFONSO REYES, a solicitud de JAIME TORRES BODET, en el año de 1944, cuando el segundo fungía como Secretario de Educación.
El cuadernillo consta de 14 apartados: la moral y el bien, cuerpo y alma, civilización y cultura, los respetos morales, respeto a nuestra persona, la familia, la sociedad, la ley y el derecho, la patria, la sociedad humana, la naturaleza, el valor moral, primer y segundo resumen.
Los primeros en obtener esta Cartilla Moral, fueron precisamente los adultos mayores a quienes les fue anunciado el programa de pensión el domingo pasado en el municipio mexiquense de Valle de Chalco y a quienes el Presidente López Obrador pidió leer la cartilla y llevar a cabo sus preceptos. Vale la pena considerar el porcentaje de adultos mayores que no saben leer y escribir, tampoco cuentan con una visión perfecta de acuerdo a la edad que tengan y los mecanismos que seguirá utilizando para difundirla es con cargo al Presupuesto Público, dentro de la austeridad Republicana, valdría la pena sabes cuánto le costó al pueblo de México.
Estoy completamente de acuerdo que debemos volver a la educación familiar que cita Alfonso Reyes, a los principios y valores como sociedad, pero eso es responsabilidad de cada uno de los mexicanos quienes por convicción saben discernir los bueno de lo malo, y considero que hoy en día hay otros medios de comunicación más efectivos que la impresión de miles o millones de cartillas, que ojala sea leída, comprendidas e implementada por decisión de cada quien, pero sin invadir la vida privada.