Opinión

Llegar al poder alentando propuestas de libertad, de combate a la corrupción y de abierto respaldo a la manifestación representa un compromiso y responsabilidad ética, política y de principios. Incumplir a estos preceptos es caer en la manipulación, la mentira y la simulación.

A propósito de la muerte por un cáncer al páncreas de la jueza estadunidense Ruth Bader Ginsburg, un ícono progresista en la Corte Suprema de la potencia del norte, se acrecientan los temores y preocupaciones sobre la fragilidad, si, fragilidad de la democracia y el orden constitucional de Estados Unidos. ¿Increíble? No tanto en tiempos de Donald Trump.