Opinión

Cada quien hará sus cuentas, obtendrá sus propias conclusiones de manera individual o social, incluyendo a los gobiernos y sus administraciones públicas; habrá, por un lado, quienes sostendrán que todo fue una engañifa, que es parte de la teoría de la conspiración,  de una guerra comercial entre Estados Unidos y China o que fue una sopa de murciélago; quienes por cierto, seguramente no los va a matar el virus, pero vivirán sujetos al vaivén del desconocimiento... y esa también es otra forma de estar contagiado. Por el otro lado, están quienes de manera responsable están buscando efectos, causas y razones más menos elaboradas porque buscan aprender de esta situación.

Resulta increíble la mendicidad de una operación que presume de ser honesta cuando en realidad ha acumulado una buena cantidad de dinero desde que hace negocios con el sector energético del país. No sé cuánto le deba el Presidente de la República, porque con sus desplantes y su voracidad la debió poner de patitas en la calle desde hace mucho tiempo no tan solo por corrupción, también por ineficiente e irresponsable en la conducción de los proyectos más importantes del sector.