Ser metrosexuales en política no es ninguna novedad, es característica que se ha vuelto común en varones, cuidar la apariencia; invertir tiempo y dinero para mejorar la imagen.
Práctica no solo de políticos mexicanos, sino de hombres de cualquier parte del mundo.
Incluye acondicionamiento físico en gimnasios, visitas a lugares de relajamiento llamados Spa, estéticas para cortes de cabello y establecimientos especializados en tratamiento de pies, manos y uñas.
Por si algo falla, el recurso técnico del “Photoshop” en fotos de campaña, para cubrir defectos en el rostro.
Es de lo más normal el maquillaje para cualquier jefe de gobierno o de Estado o cualquier personaje que vaya a salir en televisión, requisito que las mismas empresas de medios exigen en bien de su imagen y la del invitado.
Lo que está de moda en tratamiento de belleza son las mascarillas de oro de 24 kilates, que prometen reducir la profundidad de arrugas, hidratar y darle brillo al rostro.
El cuidado de la apariencia se ha vuelto recurso válido entre los políticos, otro elemento con la finalidad de agradar a sus seguidores.
Por eso, no debe sorprender que Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, dirigente nacional del PRI, sea uno de los usuarios de las mascarillas de 0ro de 24 kilates, en busca de lucir radiante y dar su mejor cara al público.
Seguro que no es el único en México ni en el mundo que recurre a las mascarillas doradas.
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@zarateaz1
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