EL MITO

sinpunto

La presunta "Revolución" encabezada por maestros, normalistas y organizaciones civiles manipuladas desde el centro ideológico de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Tixtla de Guerrero, es un movimiento estructurado para subvertir el orden institucional y, en un momento, buscar la separación territorial de lo que

conocemos como los estados de Guerrero y Oaxaca. Y no es un proyecto fantasioso porque parte de una estructura ideológica y de operación territorial.

El motivo que buscaron durante el tiempo en que se incubó el proyecto fue la desaparición de los normalistas y, a partir de ello, se detonó la estrategia. Sabían que los excesos se presentarían a causa del hartazgo de los gobernantes ante el febril activismo delincuencial de los "Ayotzinapos". Para que una causa tenga éxito siempre debe haber sacrificios, y los muchachos son preparados para ello.

Tampoco batallaron mucho para convencer a los padres de los mártires. Cualquier pobre está dispuesto a la inmolación con tal de adquirir un cierto grado de heroicidad. Esa es la parte fundamental de la doctrina que han sembrado en las regiones de Costa Chica y La Montaña, donde tristemente se acumula la pobreza mas aberrante del país. Por eso lograron lo que tanto tiempo esperaron.

Primero fueron las acusaciones de "Crimen de Estado". Se enteraron todos en el mundo entero. Ahora viene el colofón con la acusación directa al Ejército mexicano de haber sido los autores materiales de la masacre. Por eso se busca penetrar en las instalaciones que tienen en Guerrero, Oaxaca y en la Capital de la República. El garante de la estabilidad es el Ejército, la parte coercitiva del Estado. El siguiente paso es acusar de asesino a Enrique Peña Nieto, el jefe del Estado mexicano. Es el colofón de la construcción del mito genial para justificar una separación territorial. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.