Volver a empezar

sinpunto

Sin lugar a dudas el Presidente Enrique Peña Nieto marco un antes y un después al inicio de su mandato con la estructuración y puesta en práctica del Pacto Por México, que le permitió al país contar con reformas que requería desde hace poco más de

cuarenta años. El problema de México es que nunca los Mandatarios han tenido esa visión de los grandes estadistas de gobernar con la mira puesta en las siguientes décadas y se quedaron siempre en hacer lo que pensaban se tenía que hacer para enfrentar el presente, dejando el futuro a los demás. Otro problema es que no existen escuelas para estadistas, y solamente se contentan con vivir el momento, ejercer el poder y visualizar hasta donde termina su ejercicio.

México ha sido eso dese hace poco más de doscientos años, y quienes pretendieron cambiar visualizando el futuro fueron atacados por sus ansias transexenales. Por eso el sistema político mexicano estableció reglas que permitían un ejercicio de facultades en un espacio de tiempo determinado, y el compartimiento de las decisiones con quienes eran elegidos para otorgarle continuidad a la función pública. Con la alternancia los gobiernos comenzaron a volverse inmediatistas, ya que la tónica ha sido llegar y comenzar a resolver problemas. Esta circunstancia es producto de la competencia política y la tendencia es que los públicos se vuelvan más exigentes, con lo que las decisiones pueden correr el peligro de adquirir variantes de resolución momentánea, perdiendo la visión del futuro.

Enrique Peña Nieto comenzó a ver el futuro de una forma distinta a los demás. Intento construir consensos y corresponsabilizar a las principales fuerzas políticas del país en el rediseño del porvenir. Por eso surgió el Pacto Por México, por la necesidad de mejorar la planeación del futuro de los mexicanos. Hasta ahora la única base sólida fue el proyecto emanado de la Revolución Mexicana, y ni siquiera fue modificado por los panistas cuando ejercieron el poder. Ese sistema cuasi perfecto es lo que nos permitió mantener vigente el proyecto de nación, pero se nos agoto en la ineficiencia y en la corrupción. Esos dos grandes males son los que mantienen al país contra la pared, y es lo que el señor Peña Nieto intento derrumbar.

Parece mentira que la desaparición de 43 estudiantes haya sido el principal motivo del fracaso del sexenio del señor Peña Nieto. Inicio con excelentes intenciones, pero sus colaboradores se olvidaron de hacer política. Los entes de poder que operan fuera del Estado se encargaron de imponer su mendicidad. Poco les importo la pobreza de más de sesenta millones de mexicanos, y seguramente empobrecerán mas. La realidad indica que el señor Peña Nieto tendrá que volver a empezar para enderezar el rumbo, y lo deseable es que entienda su circunstancia y ponga manos a la obra. Y volver a empezar significa replantearse la necesidad de privilegiar la política por sobre los demás elementos de la gobernabilidad. Todavía hay tiempo de modificar el futuro. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.