¿Sin ellas? ¿Nosotros?

¿Cómo decirlo? Simple: me enorgullece y colma de optimismo la convocatoria de numerosas organizaciones femeninas, las

 Brujas del Mar entre ellas, para dejarnos como hombres a nuestra entera suerte el próximo lunes 9 de marzo.
Anticipo una jornada femenina ciento por ciento y más exitosa. Ellas siempre saben cómo hacerlo. Será difícil, harto complicado para nosotros los hombres sobrevivir un día sin ellas y no por todas las labores que día con día acometen en las calles, los trabajos, las escuelas, las universidades o incluso en las compras, que eso es lo de menos, sino porque seguramente nos motivarán como pocas veces ha ocurrido en México a entender y comprender su importancia vital como los hermosos seres humanos que son.
Más allá de visiones miopes y sectarias que quieren ver en este movimiento la oportunidad que están buscando –siempre según ellos- los grupos conservadores en contra del gobierno de turno, un día sin mujeres abre por la vía de una visibilización organizada casi de manera espontánea el espacio nacional imprescindible para Ellas.
Festejo y aplaudo que en medio de la circunstancia nacional, tan aciaga en numerosos ámbitos, las mujeres en general asuman su papel de constituirse en vanguardia de un proceso histórico que las convoca para hacer la diferencia entre lo que estamos viendo y constatando de manera cotidiana y un futuro diferente.
Después del nueve de marzo me atrevo a prever un antes y un después en México. Nada volverá a ser igual, estoy cierto porque donde entran las mujeres, donde participan, siempre todo cambia, todo se transforma. Son Ellas la argamasa que edifica, construye, transforma.
¿Podría, debería, cabe el argumento de que las mueve el conservadurismo? ¿Si así fuera acaso, eso descalifica la justeza y necesidad de sus reclamos? ¿Quién dice incluso que una causa trascendente como el respeto a la mujer se anula por el interés que pudieran tener los conservadores de impulsarla? ¿Habría que exterminarlos? Se equivocan quienes piensan, creen o asumen que sólo la izquierda es revolucionaria, y peor aún, la única fuerza válida o legítima en las complejas sociedades de nuestros días.
Basta conocer un poco y recordar mucho más de la historia para saber que en nombre de la izquierda también se han cometido muchos crímenes en contra de pueblos enteros, y que en ocasiones el llamado conservadurismo ha revelado episodios de humanismo, conmiseración y progreso.
Por ello y en vísperas de la manifestación femenina que espero sea gigantesca, festejo, celebro con una enorme emoción y júbilo que sean Ellas las que erijan una línea de vanguardia nacional en un país como México tan dolido, decepcionado y casi sometido a los desplantes de un déspota.
¡Enhorabuena por Ellas! Veré en mi caso si no siento la tentación de lavar platos y planchar ropa, que a decir verdad no me caería mal porque tendría entonces la oportunidad de comprender mucho mejor a la otra mitad del cielo que sostienen millones de mujeres.
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@RobertoCienfue1