DE MOJADO A PURA SANGRE

Una vez que el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera Aguayo, reveló -parcialmente sus bienes- que tenía un patrimonio superior a los ocho millones de pesos, entre departamentos, cuentas personales, etc., datos que ya se quitaron de la página oficial del GDF, la opacidad en que se manejan los 31 gobernadores restantes sobre sus fortunas es sorprendente en un país de contrastes, como el nuestro, donde la clase política se distingue por un manejo discrecional de los recursos públicos en su beneficio.




Como cada elección en la ciudad, los “chapulines” políticos brincan de un cargo a otro sin ningún rubor ni vergüenza. Así, vemos que los jefes delegaciones quieren ser diputados a la ALDF y que éstos pretenden dar el brinco a las jefaturas delegacionales o al Congreso Federal.