Opinión

A menos de dos años de ejercicio gubernamental los saldos no son buenos, pero lo peor es el asqueroso despilfarro del dinero público que realiza el señor Andrés Manuel López Obrador todos los días sin importarle que sea dinero de todos los mexicanos.

Llegó el momento de revisar y reformar el sistema de pensiones de las Afores, más no de todo el universo de sistemas que hay de este tipo, esto es de las cuentas individuales que tienen más de 60 millones de trabajadores que laboran en empresas, manufacturas, comercios y servicios entre otros.

La renuncia del titular de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, la víspera, por diferencias de criterios con el presidente Andrés Manuel López Obrador en torno a la designación de militares en puertos y aduanas del país, hundidos en la corrupción, llama la atención porque revela de nueva cuenta la obcecación presidencial y la negativa del mandatario a escuchar voces discrepantes o simplemente diferentes de la suya, la única válida dentro del gobierno federal.