Sin lugar a duda, el presidente de la Republica se radicalizará en los meses venideros porque quiere estar seguro de
que alguna de sus “corcholatas” sea quien lo supla en la Primera Magistratura. Y lo hace por previsión, porque si ganan las oposiciones podemos tener seguro de que será incriminado por todos los agravios causados a este país y a su gente. Han sido muchos, y muchas las burlas contra quienes no le profesamos la misma lealtad que aquellos que no cuentan con una pizca de vergüenza.
La noticia de que los libros de texto contienen ideología marxista para la enseñanza de los alumnos de primaria, ha sido una brutal osadía que le causara grandes molestias al Presidente de la Republica, quien tiene prisa por hacer las modificaciones necesarias para intentar esconder en los libros de textos venideros los grandes desatinos y excesos que ha cometido desde su llegada al poder hace poco más de cinco años.
Lo peor de todo es que ya no cuenta con la misma simpatía entre los mexicanos, y mucho menos mayores cuotas de aceptación, porque su desgaste en los últimos meses ha sido severo, aunque sus corifeos sigan señalando que todavía alcanza altas cifras de popularidad pensando que con decirlo habrá algunas recompensas de esas que tanto les gustan a los morenistas, y que estarán esperando una posible oportunidad de cambiar de bando una vez que se termine el sexenio.
Andrés Manuel López Obrador López Obrador es un consumado mentiroso, y lo veremos en los siguientes meses tirando excremento a diestra y siniestra, pero todo indica que su popularidad esta a la baja y seguirá padeciendo esa circunstancia que también vivieron los anteriores, aunque habrá que señalar que su circunstancia será diferente, porque los agravios han sido muchos y variados.
Por lo pronto en el periodismo de este país podemos tener la seguridad de que habrá una brutal andanada en sus contra en cuanto deje el poder, porque si de algo puede tener la seguridad es que que aquellos que fuimos defenestrados y echados a la calle de los medios en los que trabajamos durante muchos años, porque no le gustaban las críticas que realizábamos un día si y otro también, sabemos de antemano lo que diremos y lo que publicaremos.
Todos tenemos agravios que cobrarle al inquilino de Palacio, y pude tener la seguridad de que el juicio de la historia la realizaremos y relataremos nosotros los periodistas, y eso quiere decir que hablaremos con la verdad que siempre nos ha caracterizado y el profesionalismo que todos los días mostramos. El derrumbe del mito está muy cerca, y muchos estaremos ahí cuando de rendir cuentas se trate. Así de simple. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.