He consultado a diversas especialistas de la psique, y todos ellos han tenido la misma respuesta: el presidente de la
República vive en una realidad alterna, y eso quiere decir que hasta ahora sigue teniendo problemas psicológicos a causa de esa persistencia de negar los hechos y pensar que los mexicanos de todas las latitudes le creemos la sarta de mentiras a las que acude todos los días y otros también. Bien señalan los especialistas que cuando la mentira se convierte en algo patológico y recurrente, lo que significa una adición a la mentira, tiene como respuesta una gran interferencia en la vida de la persona. Para decirlo más claro, el inquilino de Palacio Nacional es un mentiroso compulsivo además de mitómano. Bien señalan que los mentirosos o mitómanos compulsivos suelen alardear de sí mismos cuando cuentan algún suceso, y lo hacen eludiendo su responsabilidad frente a esas situaciones.
Y eso es lo que hasta ahora hemos observado en el comportamiento del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien hasta ahora en la contabilidad de varias empresas especializadas lleva más de ciento cincuenta mil mentiras en sus conferencias mañaneras, lo que habla de lo dañada que tiene su percepción de la realidad, y por desgracia sigue tan campante destruyendo lo que durante muchos años construimos los mexicanos.
El narcisismo del presidente mexicano es evidente ante los ojos de la mayor parte de los gobernados. Bien dicen los especialistas que la mitomanía es un trastorno psicológico por el que la persona está constantemente diciendo mentiras sobre todo lo relacionado con su vida para obtener la atención deseada, y a través de la mentira puede sentir que es admirado o que consigue la atención de las personas que quiere.
Y esa circunstancia explica muchas cosas del comportamiento del presidente López Obrador, quien, a decir de los especialistas, una vez que termina su conferencia se tiene que aislar por causa de la extenuante labor de engañar a la mayor parte de los mexicanos que le siguen creyendo a pie juntillas la sarta de mentiras que vierte en cada una de sus conferencias mañaneras.
Y bien señalan los especialistas que la mitomanía es algo que puede resultar peligroso para la propia persona que miente. En ocasiones, dicen los galenos, que la mentira puede ser beneficiosa, pero también puede traer muchos problemas como lo es el aislamiento de la realidad en que se vive. También señalan que una persona mitómana miente con la finalidad de obtener beneficios, llamar la atención de otros, o por crear una mejor imagen de él. ¿Usted qué opina? Yo sigo pensando que tenemos un grave problema los mexicanos. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.