Sin lugar a duda, el Presidente de la Republica sigue siendo un hombre singular, y podemos decir que hasta ahora sigue
llamando la atención de los grandes públicos de este país. Pero también es preciso mencionar que su declive ha venido ensanchándose, por lo que ha tenido que echar mano de sus grandes argucias para evitar que la atención a sus conferencias mañaneras decaiga, ya que ha sido su más poderosa tribuna para mantener esa ideologización que desde hace cinco años ha venido sosteniendo.
El pragmatismo de las mañaneras hasta ahora sigue siendo exitoso, pero habrá que señalar que amplios segmentos poblacionales también han defeccionado y han preferido enterarse a través de las redes sociales para evitar la pérdida de tiempo al tener que soportar de dos a tres horas por día las recurrentes citas del inquilino de Palacio Nacional.
Ese pragmatismo utilizado por López Obrador ha venido decayendo en el ánimo de los mexicanos que ya están hartos de la actitud empirista y el abandono del racionalismo que se ha traducido ahora en un embate hacia cualquier tipo de dogmatismo y trascendentalismo, así como la artificial prevención de que solamente la verdad que sale de sus ocurrencias son las que tienen que valorar los mexicanos.
Por lo pronto la Senadora Xóchitl Gálvez le ha exigido al Presidente que aclare el origen de la riqueza de sus hijos y además adelantó que esta semana presentará una nueva queja ante el Instituto Nacional Electoral. Y eso quiere decir que le ha pedido al propio mandatario que investigue a sus hijos con el mismo ahínco que en los contratos celebrados por sus empresas, lo que significa un gran reto para el mandatario ya que sus queridos hijos tienen muchos saldos por su voracidad por realizar jugosos negocios.
En lo personal no se si los hijos tengan el permiso de su padre para la realización de esos sucios negocios al amparo del poder que hasta ahora han encabezado sus principales amigos. Para decirlo más claro, pareciera que la desverguenza está hora del lado de sus hijos, porque siguen realizando cuanto negocio se les ocurra a través de sus más cercanos amigos que hasta ahora han acumulado una cuantiosa fortuna, que desde luego la mayor parte es de los Trivagos.
Si algo le ha dolido y han rechazado la mayor parte de los mexicanos al presidente, es la estancia de su hijo mayor en Houston, desde donde realizaba enormes negocios a través de las redes de sus principales amigos, quienes también han alcanzado considerables fortunas, cuya mayor parte sigue siendo propiedad de los hijos presidenciales. Para decirlo más claro, los prestanombres se llevan el diez por ciento de los contratos, y el noventa los adorados hijitos. Para decirlo más claro, esa es la truculenta forma en que operan los hijitos presidenciales. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación. Al tiempo.