Seguramente usted se ha topado con ellos, porque tienen bloqueadas las estaciones del Metro, obstruyen las banquetas o aceras, en prácticamente toda la ciudad, principalmente en el Centro Histórico; además, y a todas horas aparecen y ofertan sus productos “piratas” o de baja calidad, en el servicio de transportación masiva.

Concluye 2017 y el delito sigue intocado en la ahora CDMX, porque los principales ilícitos van en aumento y por citar nada más dos que le están pegando a los que menos tiene en esta metrópoli: El asalto a transporte públicos y el robo de teléfonos móviles o celulares, principalmente a personas de a pie.

Concluye el año y los ciudadanos de a pie andan con el rosario entre las manos y con el Jesús en la boca, por los constantes asaltos que sufren, tanto por la delincuencia organizada, como por la desorganizada.

De cara a las elecciones de 2018 para la Jefatura de Gobierno de la CDMX, un diario con nombre de céntrica avenida, que dicen sus malquerientes que apoya las aspiraciones de llegar a Los Pinos de Andrés Manuel López Obrador, publico una encuesta en la que la candidata del binomio  político Morena-PT, Claudia Sheinbaum, va viento en popa y en aguas tranquilas.

Dicen los que saben sobre el tema que la seguridad pública es una función esencial del Estado moderno, y en forma paralela, es en gran medida su razón de ser.

Van más allá y aseguran que la seguridad pública, entendida como razón de Estado, tiene un objetivo común: Salvaguardar la integridad física y patrimonial de los ciudadanos.

La CDMX se ha vuelto un peligro constante para las mujeres, según el  INEGI, institución que de acuerdo a sus estudios y análisis, asegura que en ningún sitio de la gran capital las féminas se encuentran inseguras y son agredidas física y moralmente. Es decir, que a cada segundo se juegan la vida en sus propias casas, las calles y avenidas, restaurantes, cines y sobre todo en el transporte colectivo metropolitano.